Hermandad del
Nazareno/Estefanía Andrades
Queda muy poco para que llegue la
semana grande, esa semana que todos los cofrades esperamos con ansias, por eso
hoy quiero contar como vivo yo mí Semana Santa, semana que empieza cuando el
Cristo de la Sed pone su cruz de guía en la calle, donde en picadueñas sale
Misión, en Guadalcacín las Entrega etc...
Una vez la hermandad de la Sed
recogida ya huele a Domingo de Ramos , ese Domingo... de palmas en el que la alegría
de los niños del colegio de San José se hace eco por las calles, detrás de
Cristo Rey va su madre la Virgen de la Estrella, la que iluminara durante la
noche el caminar de sus hijos. Por Tornería asomará la sobria hermandad del
Perdón, se escuchará por Gaitán los tambores que acompañaban al Transporte,
desde la Albarizuela el Señor Coronado, y desde el viejo humilladero la Señora
de los Siete Cuchillos. Veo recoger la Borriquita en la puerta de San Marcos
pensando que dentro de muy poco estaré allí.
Amanece es LUNES SANTO, las
ventanas de mi casa están de par en par buscando el sol, ese sol que por la
tarde se adentrará por San Marcos para iluminar un Cáliz. Llega la hora de
ponerme la túnica, de colgarme mi medalla y salir hacia donde El está, entro
por esa puerta y te miro y te pido que tenga una buena Estación de Penitencia
ya que mis rezos te los iré diciendo a lo largo del camino. Una vez de vuelta
por Tornería me queda la cosa de que esto ya se acaba pero la satisfacción que
gracias a Ti te he podido acompañar.
Llega el Martes Santo y ese día
para mi es de Clemencia, lo veo salir, entrar en Carrera Oficial y recogerse y
es que aunque ya haya pasado algunos años todavía me sigue emocionando ver a
ese Señor que en su día lo veía en un pasito de Viernes de Dolores entrar por
Cristina.
Estamos en el ecuador de la
semana ya es Miércoles Santo día en el que la fe a un nazareno caído se hace visible,
donde todo un barrio se vuelca con su Señor, donde la lejanía de unas barriadas
se hace corta. Son las 23:30 se esta recogiendo el Señor de Jerez, silencio....solo
se escucha la voz del capataz y el arrastre de los costaleros ya esta recogido
el Nazareno Caído y tras El, su bendita madre de los Dolores, de San Lucas toca
irse a la Granja para ver recoger el Soberano, y luego me voy para casa donde
ya espero impaciente que amanezca un nuevo día.
Ya ha amanecido es JUEVES SANTO,
desde la mañana estamos en San Juan de Letrán, donde se ve las generaciones en
la imposición de medallas de un padre o un abuelo a su hijo o nieto, donde los
veteranos reciben sus diplomas, y donde lo mas pequeños esperan con ganas ver
salir esa noche por la puerta al que esta al final de la capilla JUANILLO. Al
llegar a casa toca prepararlo todo túnicas, cíngulos, medallas, canasto y
horquilla. Cae la noche comienza la NOCHE DE JESÚS, el olor a café, el mirar el
tiempo y el revisarlo todo, llega la hora de vestirse y es donde empiezan los
nervios y la emoción de ver a mi pequeña nazarena vestirse con su túnica morada
y su horquilla en la mano, esa pequeña nazarena es la que hace que cada año
cuando salgo de San Juan de Letrán de su mano, mi noche sea especial. Una vez
que llego a la capilla le pido al Nazareno que tenga una buena estación de
penitencia y entonces me dirijo hacia Ella...que te voy a decir que no te diga
todos los días, que tu estas traspasada de dolor y a mi con tu mirada me
traspasa el alma, te veré durante toda la noche solo así podré seguir tranquila
mi caminar. Es la hora de salida las filas de hermanas con sus faroles se van
adentrando por Cristina, sale el Nazareno, el Señor que muchos esperan, el que
algunos no entienden su manera de cargarlo pero en la cara de sus cargadores se
ve reflejado lo que sienten tras El, suena la marcha infante ya está Juanillo
en la calle seguido por unos pequeños donde esa noche el sueño no rinde. Por
último sale Ella, TRASPASO, iluminado la Alameda Cristina con tu mirada fija en
tu Hijo que va cargando con una cruz de carey y jalado por Marquillo, ya por la
mañana la calle larga acoge oraciones hechas saetas, niños recién nacidos que
visten su túnica morada por primera vez, cuando ya la cofradía se recoge solo
la miro a Ella y le doy las GRACIAS.
El Viernes Santo por la tarde vuelvo a verla a
Ella y ya me dirijo a ver las procesiones, con la recogida de la Soledad
termina para mí la Semana Santa. De vuelta a la rutina pero eso si, mi rutina seguirá
siendo los lunes ver al Nazareno Caído, los viernes ver al Señor de San Marcos
y a ti Traspaso verte casi todos los días...