lunes, 6 de mayo de 2013

Preludio de la vuelta a la Aldea


Huelvabuenasnoticias.com

Los primeros rayos del alba mostraban radiantes las calles almonteñas engalanadas con arcos, templetes y flores de papel. El día salió claro y caluroso, tal pareciera que sabía que bajo su dominio iba a cubrir a la Blanca Paloma.

La Virgen del Rocío iniciaba bien temprano su procesión por Almonte, un evento único que sólo ocurre una vez cada siete años. Fue sobre las 8.45 horas cuando los almonteños decidieron portar a su madre a hombros y llevarla ante su pueblo.

Doblaban las campanas cuando la Reina de las Marismas asomaba por el dintel de la iglesia de la Asunción e iniciaba su recorrido tradicional. Aplausos, vítores y salvas de escopetas la recibieron y acompañaron durante las más de 12 horas y media que la imagen estuvo arropada por su pueblo.

En la Plaza de la Virgen del Rocío, decorada con hermosos arcos, la Virgen se dejó sentir más de dos horas, en cierta medida esperando a que se sumaran al cortejo procesional los devotos que se encontraban en Almonte para estar con ella. Concretamente, se calcula que entre 250.000 y 300.000 personas han podido pasar este fin de semana por el municipio para caminar al lado de la Reina de las Marismas.

En uno de sus varales lleva dos lazos por el padre y la niña fallecidos el lunes.
Uno de los detalles que más llamó la atención a su salida fue la presencia en el varal delantero derecho de dos lazos, uno negro y otro blanco, siendo éstos en recuerdo del padre y la hija supuestamente asesinados el pasado lunes, 29 de abril, en Almonte.

Más tarde, y tras pasar un buen rato frente a la sede de la Hermandad Matriz, la procesión se encaminó hacia el arco principal de la calle El Cerro. Miles de personas se fueron acercando para tocarla mientras, con grandes esfuerzos y relevándose a cada rato, los almonteños continuaron llevando en sus hombros a su Reina.

Miles de personas quieren tocar a la Blanca Paloma.
En su paso de plata, la Blanca Paloma llevaba los ropajes que porta anualmente para la romería del Lunes de Pentecostés, el traje de Reina, el cual también ha lucido durante la novena preparatoria para la romería de este 2013. Dicho atuendo fue confeccionado en los talleres de Santa Bárbara y los estrenó en la romería de 2011.

La Virgen fue recorriendo poco a poco las calles del pueblo y, tras pasar por la calle El Cerro, enfiló hacia la Plaza de España, la calle Cristo, la plaza del Cristo y las calles Sevilla y Conde Cañete, llegando a esta última sobre las 18.00 horas.

Entre el bullicio, pequeños que viajaban en volandas para presentarlos a la Blanca Paloma y que recibieran la bendición de la Madre. En cualquier punto donde estuviera Ella sonaban salves y se entonaban canciones en su honor.

Siguió la procesión hacia las calles Alcantarilla y Martín Villa, llegando nuevamente a la Plaza Virgen del Rocío sobre las 20.00 horas. Allí, junto al Paseo donde se encontraba la efímera catedral gótica, los devotos se concentraban a la espera del momento en el que la Virgen del Rocío retornara a la iglesia de la Asunción.

A las 20.18 horas, quienes portaban a la Blanca Paloma comenzaban a subir los cinco escalones del porche de la parroquia almonteña y giraban a la Reina para que, de cara a su pueblo, se introdujera poco a poco en la iglesia. Lo hacía unos cinco minutos más tarde, justo después de una salva de escopetas que arrancaba los aplausos de las miles de personas que se encontraban en la plaza.

La recogida de hoy es el preludio de una despedida, ya que la Virgen regresará el próximo 12 de mayo a la aldea de El Rocío tras haber pasado los últimos nueve meses en Almonte