Hace sólo 15 días que el Obispado
tomaba las riendas de la Iglesia de Santiago a instancias del Ayuntamiento y,
aunque todavía es pronto, ya se va notando otro movimiento en torno al
emblemático templo, que ya tiene nuevo párroco: Diego Moreno, quien ha asumido esta “misión” con “ilusión y
con ganas”, aunque con el respecto que supone la “envergadura” del proyecto que tiene por
delante. No obstante, como explicó a este medio, en la diócesis “no estoy solo”
ni mucho menos, por lo que está confiado en que “entre todos haremos lo posible
para que esta tarea salga adelante”, apunta, sin pasar por alto el apoyo que
está recibiendo de las hermandades.
De momento, ya considera toda una
garantía que Emilio Yanes, arquitecto que estuvo al frente de la rehabilitación
del proyecto de Santiago desde el principio, vaya a continuar en esta nueva
etapa. En estos momentos, están en plenos trámites burocráticos a la caza y
captura de la empresa que se encargue de realizar la dos primeras fases que más
urgen para poder estabilizar el edificio y acometer unas medidas de carácter
inminente, para la que necesitan un millón de euros.
En este sentido, como indica el
nuevo párroco de Santiago y como ya señaló el propio obispo en una visita a las
obras con la alcaldesa, el objetivo es poder empezar “en un par de meses”, y a
poder ser este mismo verano, al margen de que no dispongan de todo el montante
necesario. “La idea es empezar con algo y poner en marcha la obra para poder
abrir Santiago”. Y precisamente es en el tema de la financiación donde entra en
acción la Plataforma por la Reapertura de las Obras de Santiago, que se
reactivará próximamente. Aún no hay decidido un portavoz ni las personas que se
harán cargo de esta labor encaminada a recaudar los fondos necesarios para
devolver Santiago a los jerezanos a partir de actos benéficos y contactos con
entidades “para poder sacar entre todos la iglesia adelante”. En este sentido,
como explica Diego Moreno, “se está hablando y manteniendo contactos” con las
personas que pueden encargarse de este foro, pero aún no hay nada decidido. En
cualquier caso, el sacerdote está convencido de que en Jerez hay mucha
“sensibilidad” con este templo, y aunque consciente de las “necesidades” que
hay en la ciudad por la crisis y ante las que la Iglesia está “respondiendo”,
espera que los jerezanos entiendan que
reabrir el templo después de tantos años “merece la pena”.
Santiago lleva cerrada desde
abril de 2005, aunque las obras de rehabilitación comenzaron en noviembre de
2006 y llevan paralizadas desde hace casi 4 años. Pero algo empieza a cambiar.
El Obispado está trabajando para celebrar una eucaristía en el exterior, ante
las puertas del templo el 24 de julio, víspera de la Festividad de Santiago.
“Queremos que Jerez vea que vamos para adelante, que estamos funcionando”,
señala Moreno, que prefiere no aventurarse a la hora de hablar de fechas de
reapertura. Aún es pronto, pero las prioridades están más claras que nunca.El
siguiente paso, reactivar la plataforma El obispo de la Diócesis
Asidonia-Jerez, José Mazuelos, nombró al sacerdote Diego Moreno nuevo párroco
de Santiago a comienzos de mes en el transcurso de una reunión con los máximos
dirigentes de las hermandades de parroquia, en la que también se acordó
relanzar la plataforma popular por la reapertura del templo. Con 54 años, Diego
Moreno Barba, actual ecónomo diocesano, es jerezano de nacimiento, acaba de
cumplir catorce de su ordenación sacerdotal y sucederá al recordado Pedro de la
Herrán, recientemente fallecido. A su cargo queda la dirección pastoral de esta
feligresía que mantiene sus celebraciones parroquiales en la iglesia de La
Victoria y sus archivos en una casa del barrio de Santiago, en la calle Muro.
Ni que decir tiene, como indican desde la diócesis, que la reapertura de la
iglesia parroquial es una “prioridad”.
El paso definitivo
El pasado jueves 23 de mayo, en
Junta de Gobierno Local, se acordó la declaración de caducidad de la renovación
de la licencia de obras de emergencia de consolidación de la iglesia de
Santiago a la Junta de Andalucía, y transcurridos sólo tres días de este
trámite se notificó a la diócesis una orden de ejecución. Tal como explicó la
alcaldesa, María José García-Pelayo, en una visita al templo en la que no
ocultó su mala impresión, la adoptada ha sido una “solución administrativa”
consensuada con el Obispado y conforme a la ley” que el Ayuntamiento ha podido
realizar y que permitirá actuar a esta institución como propietaria del
inmueble, para así poder entrar en el templo y reanudar las obras.