A falta de la presea de oro,
aquella impuesta por el entonces Arzobispo de Sevilla el 19 de octubre de 1988,
Fray Carlos Amigo Vallejo en la Santa Iglesia Catedral, la Virgen de las
Angustias de los Gitanos luce en su paso de palio desde la pasada noche con el
Altar Mayor cubierto por una cortina roja, igual que hace 25 años en la
Parroquia de San Román.
La Virgen ataviada por Antonio
Bejarano, luce el manto de la Coronación azul pavo después de hacerle una
limpieza en el taller de Francisco Carrera Iglesias “Paquili” y la sustitución
de una nueva blonda a cargo de Alfonso Aguilar con un diseño conocido como el
de “conchas”, realizada a manos mediante encaje de bolillos.
Se trata de un manto
confeccionado en 1961, bordado en oro sobre terciopelo azul pavo, ejecutado en
el taller de Carrasquilla. A lo largo de la historia ha tenido varias
intervenciones como la de 1988 o la de 2007 ambos, en el taller de Fernández y
Enríquez, recuperando en el año de la Coronación, el diseño original de la
pieza.
Porta la misma saya roja que en
1988. El tocado de encaje de Bruselas, es la misma mantilla de aquella famosa
fotografía en la que la Virgen aparece con esa sola pieza de perfil. Puntos y
pañuelo de punto de aguja.
En las manos porta el Rosario que
la Hermandad de la Macarena regaló el año de la Coronación y una azucena que le
bordaron las hermanas Martín Cruz y el puñal de oro.
Si quieren acudir a ver a la
Virgen al Santuario del Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias, pueden
hacerlo de diez de la mañana a una de la tarde y de seis de la tarde a nueve de
la noche.