Les ofrecemos a continuación la
entrevista que Francisco Abuín ha realizado a Eduardo Velo, hermano mayor de la
Hermandad de Loreto para Diario de Jerez
-¿El cambio de paso era una asignatura pendiente?
-El paso actual se empezó a
realizar en 1979 y estrenó en 1981, es decir que tiene más de treinta años. Se
encargó por la necesidad que se encontró la hermandad al no poder contar más
con su antiguo paso de madera tallada y sobredorada, debido a su antigüedad. En
aquel momento la intención era el volver a realizar un paso de madera dorada
pero distintas circunstancias hicieron que finalmente se optara por un paso de orfebrería.
El uso y los años han ido haciendo mella, acentuando, lo que ha provocado que
desde hace años se pensara ya en un nuevo paso que viniera a solucionar estos
problemas.
-Pero la consolidación de la estética de la cofradía habrá pesado
mucho.
-Todo se ha estudiado y pensado
concienzudamente con el fin de que la cofradía en la calle tenga una conjunción
y un hilo conductor que alcance el objetivo que se propone, todo tiene su
fundamento y mensaje con la Soledad de María como centro. Pero nos faltaba ese
altar itinerante que en nada desentonara con el estilo de la cofradía.
- En su diseño ¿con qué paso los podríamos comparar?
-Se ha realizado un intenso
trabajo de búsqueda de obras, dibujos, diseños que encajaran con la idea,
recopilando una amplia documentación de motivos que pudiera servir de base. El
resultado es un paso con un sello muy personal, difícilmente comparable, si es
verdad que se han tomado detalles referenciales como el retablo del Sagrario de
Miguel, toda la decoración de la capilla de Consolación de Santo Domingo, el
propio retablo de la Virgen en San Pedro, los faldones de la custodia del
Corpus sevillano o la impronta del paso de la Coronación de Espinas de la
Hermandad del Valle de Sevilla.
-¿Asistimos a una reinvención de la hermandad?
-Yo más que una reinvención
hablaría de una evolución hacia más altos parajes estéticos y devocionales que,
por supuesto, va más allá del aspecto estético que si bien es importante no lo
es todo. Nuestra corporación es una hermandad de silencio, no porque lleve o no
lleve música, sino porque realiza una intensa labor durante todo el año que no
suena. En estos años se ha potenciando enormemente nuestros cultos,
especialmente los eucarísticos; se ha incrementado en gran medida la vida de
hermandad y la fraternidad entre todos, se ha creado la Bolsa de Caridad 'Padre
Anselmo Andrades' con un buen número de benefactores, se han programado planes
de formación, campañas de Navidad, peregrinaciones, etc. En definitiva que esa
transformación que vemos en la calle no es más que el reflejo de una intensa
vida de Hermandad que ha ido a más en estos últimos años.
-¿Hasta dónde quiere llegar en su mandato?
-Los retos en las Hermandades los
debe de poner los propios hermanos, muy por encima de quien en cada momento esté
al frente de la corporación y sobre todo anteponiendo el sentir general de los
hermanos a los gustos personales. La propia institución, como tal, es la que
debe fijar los objetivos. Mi mandato acaba en 2015, después de dos legislaturas de cinco años cada una, y llegaré como hermano mayor hasta donde mis hermanos
quieran y la Virgen de Loreto me ayude, de hermano mayor o de lo que sea pero
siempre al servicio de mi hermandad.