Ni los hermanos mayores, al menos muchos de
ellos, saben que ronda por la mente de los consejeros y del presidente sobre
cómo celebrarán las hermandades los 750 años del Jerez Cristiano. Lo único que
parece que va tomando forma es convocar un Via Crucis magno en el que
participarían catorce imágenes solas o con los misterios con los que procesiona
en la Semana Santa.
La idea, de antemano se sabe que apetecía en
Bertemati que no quería oír hablar nada de un Sábado Santo Magno, tendría el
visto bueno del obispo a falta de que el organismo cofrade concrete todos los
detalles: selección de imágenes o misterios, si irán en sus pasos, el lugar de
celebración, los traslados al espacio elegido, música o no y, tal vez lo más
importante, si se trata de una convocatoria especial o se vincula al acto
penitencial conjunto de las hermandades que se celebra el primer lunes de la
Cuaresma para el que ya está decidido y anunciado que es la imagen de Jesús
Nazareno el que lo preside.
Esta última cita ya se relacionaba con los
750 años al llevarse a cabo en el recinto del Alcázar. Si ahora cambian las
tornas y se rediseña este Via Crucis precisaría de una estructura diferente y
de un espacio capaz de acoger los pasos y el rezo de las estaciones.
Ante esto, la Alameda Vieja vuelve a la
palestra, un lugar que gusta mucho al actual Consejo como ha venido demostrando
a lo largo de los últimos años con la celebración allí del Via Lucis e incluso
con la defensa de una propuesta de Carrera Oficial que incluía la Alameda Vieja
como epicentro del recorrido común. Lo que sí ha dicho Pedro Pérez es que para
cerrar el asunto falta un determinado apoyo del Consistorio, tal vez por el uso
del Alcázar, algo que ya se ha elevado a los munícipes.