Por Manuel Sotelino/jerezania.com
Dentro de su escultura civil,
podemos fijarnos en el monumento a Shakespeare que se encuentra en La Rosaleda.
Las décadas de los años cincuenta y sesenta, así como los setenta, su taller en
la calle Diego Fernández Herrera era lugar de encuentro de muchos cofrades y de
muchos encargos hechos al imaginero.
Pero probablemente si hubo una
imagen que prendiera en el corazón de este imaginero jerezano, esa fue la del
Cristo de la Defensión. Se les conoce hasta tres réplicas hechas de esta
impresionante imagen de José Esteve Bonet. En tamaño académico.
Uno lo podemos ver en la
parroquia de las Nieves. En la parroquia de Santa Ana, en el barrio de La
Plata, también hay un crucificado de Pinto Berraquero que es réplica de la
Defensión. Tenemos otro en la parroquia de San Enrique. Siempre se ha comentado
que hay alguno más por Jerez, de propiedad privada. El que traemos hoy es quizá
el menos conocido de ellos. Se encuentra en el convento de las hermanas de Cruz
que está en Juana de Dios Lacoste.
En la capilla del convento de las
hermanas, podemos ver presidiendo el altar a este crucificado. Destacamos de
esta imagen que está con potencias y que esta circunstancia puede despistarnos
un poco.
El Santísimo Cristo de la
Defensión será protagonista en unos días al ser la imagen que presida el
Vía-Crucis de la Unión de Hermandades este año. Un acto que va a contar con la
portentosa imagen que irá hasta la Catedral en el paso del Santo Crucifijo de
la Salud. Por ser protagonista y por formar parte del más importante patrimonio
imaginero de la ciudad de Jerez, hoy traemos a nuestras páginas al crucificado
de la Defensión en una de las réplicas que de él hizo el escultor jerezano
Francisco Pinto Berraquero.