Todo apunta a que la coyuntura económica
actual marcada por la crisis no afectará en demasía a la venta de los palcos y
sillas para la Semana Santa. Cuando restan cinco días para que expire el plazo
de renovación de los abonos del pasado año, el ritmo de ingresos en las
entidades bancarias pactadas está siendo bastante óptimo, incluso por encima de
las previsiones. El pasado año, en similares circunstancias, también al
respuesta del público fue muy positiva.
Será a partir del día 8 cuando se tengan los
datos exactos del nivel de renovación que se ha alcanzado. No obstante, las
consultas y peticiones en la sede de la Unión de Hermandades de la calle
Curtidores, donde está establecida la gestión, están siendo constantes día a
día pese a que a se ha decidido no crear una lista de espera hasta saber
cuántos sitios han quedado libres. Recordar que este año se venderán 1.350
palcos y un millar de sillas sueltas, cifra éstas última superior a años
precedentes. Los precios del alquiles van desde los 310 euros los más caros a
los 190 euros los más baratos.
Los palcos están en su totalidad abonados,
pero por experiencias pasadas se sabe que quedarán alrededor de medio centenar
libres. Un caso singular ha sido la venta de los palcos que este año se sitúan
en la calle Visitación, recuperada para la Carrera Oficial, los cuales han sido
alquilados en su totalidad, por encima incluso de los que se situarán en José
Luis Díez o Santa Isabel donde los interesados en un abono están siendo más
remisos a quedárselos, pese a que por este lugar las procesiones pasan antes.
Precisamente, uno de los asuntos que se han
tenido y se tienen que lidiar son los cambios de ubicación de abonados que han
visto cómo la situación de sus palcos ha cambiado a causa de la reforma de la
Carrera Oficial, que ha obligado a reajustar los espacios. El malestar ha sido
notable especialmente en la zona de Cristina los que se situaban en el lateral
del palacio Domecq, a la altura del Mamelón, que pasan a estar en la gran
tribuna de ocho alturas con los lógicos cambios de ubicación que ha implicado.
Entre tanto sigue a buen ritmo el montaje de las
estructuras, que comenzó la pasada semana a una velocidad similar al pasado
año, acometiendo en primer lugar los espacios donde menos molestias causan,
dejando para la recta final los más comprometidos, sobre todo la instalación de
las nuevas zonas como la tribuna de Cristina, la calle Consistorio o la plaza
de La Asunción.