-Ante el pregón extraordinario que pronunciará el día 31 de la
coronación canónica de La Esperanza, intuimos que se le presentan dos motivos
de enorme satisfacción para usted, ser el pregonero de su Esperanza y además,
proclamar la coronación canónica ¿Es así?
-Está claro. La Coronación de la
Virgen de la Esperanza supone, sin duda, un acontecimiento histórico para la
Hermandad de la Yedra, y es absolutamente emocionante, tener la oportunidad de
participar en este evento de manera tan directa
-En el año 2007, en su pregón de la Semana Santa tuvo el arrojo de
pedirle al entonces obispo de Asidonia Jerez, monseñor Juan del Río, la
coronación para esta Dolorosa, ¿se siente 'culpable' en cierto modo de lo que
hoy vivimos?
-Sólo fue un grano de arena más.
¿Determinante? Eso solo lo saben los obispos, don Juan y don José. En cualquier
caso, y aunque mi ejemplo pueda parecer en la distancia, el más influyente,
quiero acordarme del Pregón de Miguel Trujillo de 2003, importantísimo para
todas las coronaciones canónicas vividas desde entonces en Jerez. Él fue el
primero que pidió coronaciones canónicas para la ciudad.
-Se sabe o se tiene la percepción de que éste será un pregón diferente
con ingredientes que sólo se pueden dar en convocatorias tan excepcionales como
ésta ¿de qué manera lo será?
- Ya dije hace meses que este
sería un pregón distinto. Ha sido concebido desde su creación, en base a un
diseño en el que he pretendido aunar todo lo que significa la Hermandad de la
Yedra. Piensa en La Plazuela, con todo lo que eso conlleva, y tendrás una
aproximación a lo que llegará al Villamarta.
- Porque hemos oído e incluso comentado con usted, nos consta que se lo
ha trabajado hasta el extremo, con muchos meses de preparación y coordinación
de los exclusivos contenidos que tendrá.
- Un año y medio de diseño, un
año entero de escritura, y más de tres meses de ensayos. Todo tiene que estar a
la altura de lo que la Virgen, la cofradía, y el público requiere. Esa es la
base para que el pregón llegue a ser lo que tiene que ser.
-Sinceramente y a la vista del trabajo que para este pregón ya tiene
prácticamente finalizado, ¿ha sido fácil o complicado exaltar a La Esperanza y,
aún más, su rico entorno?
- A la Esperanza no hace falta
exaltarla. Trasciende los límites de todo eso. Yo lo único que he hecho es
intentar ordenar esa inmensa colección de sentimientos y sensaciones que viven
junto a Ella. ¿Su entorno? Cómo digo en mi pregón, "La Plazuela es La
Plazuela".
-Para este pregón, la fase de documentación habrá sido intensa para
poder hablar y exaltar con propiedad todo lo que supone esta imagen de la Virgen
¿Ha podido descubrir mucho nuevo en torno a La Esperanza?
- En ese sentido, ya llevaba
ventaja, desde que publique, a finales de 2011, mi libro 'Devoción o milagro'.
Sí te diría, que en este año y medio de trabajo, lo que he descubierto de
manera más intensa, ha sido la capacidad de trabajo y de sacrificio que tiene
la Hermandad de La Yedra. Ten en cuenta que ha habido que superar algunos
momentos muy difíciles, y ha sido ahí donde he sentido que ante las
adversidades, se busca siempre la Esperanza.
- Salvando las diferencias. con el mayor y más trascendente reto que ha
tenido en el pregón oficial de la Semana Santa ¿es éste, para sus adentros, su
pregón más importante? ¿el que por múltiples motivo más le llega?
- Quizás no sea elegante por mi
parte que te diga que sí, porque puede parecer, aunque no sea así, que
menosprecio los pregones que ya he dado, pero la verdad es que en esto soy muy
transparente. Creo que se me nota ¿No? Con permiso, eso sí, del Pregón de la
Semana Santa de 2007.
- La hermandad de La Yedra y sobre todo su actual junta de gobierno se
ha tomado con enorme dedicación los preparativos, previos y todo lo relacionado
con la coronación canónica, haciendo gala de un trabajo y esmero
extraordinarios ¿La de Nuestra Señora de la Esperanza es o deberá ser la
Coronación con mayúsculas?
- Debiera de serlo. Por el
trabajo realizado hasta llegar aquí, por la manera con la que la Hermandad ha
afrontado las dificultades, y por la alegría que se ha generado en la casa de
la calle Empedrada. El hombre propone, y Dios dispone. Todo está ahora en sus
manos. Que sea lo que Él quiera.