Desde el pasado lunes se están
recogiendo firmas en la puerta de la iglesia del Convento de San Francisco, en
la plaza Esteve, con el fin de que la feligresía se manifieste contraria la
ausencia de los frailes de la Orden Menor Franciscana.
La iniciativa ha partido de una
feligresa que ha sido quien ha escrito un documento donde se reivindica la
marcha atrás de la orden de cara a su próxima ida de Jerez. Según indica este
documento, los firmantes muestran ‘su extrañeza y preocupación por la nueva
remodelación de la Provincia que culmina con la marcha de Jerez de la Comunidad
Franciscana”.
En este sentido, y según indica
el documento que irá dirigido al responsable de la Provincia Franciscana, ‘los
servicios quedan desatendidos, pues aunque los frailes indican que vendrá un
franciscano semanalmente, nos parece muy poco para el trabajo que hay que
realizar’.
Además, también se indica que ‘al
no haber preparado un grupo de seglares y jóvenes capaces de mantener el
interés por las reuniones y la vida de la feligresía, es este un sector que se
pierde y ustedes serán los responsables de tal pérdida. Tampoco ustedes han
mandado personal adecuado para dinamizar estos grupos como lo hubo con
anterioridad’, asegura. Y se hace una pregunta: ‘¿Han dejado preparados a los
fieles para que un grupo de seglares lleven a cabo la Liturgia de la Palabra?
Tampoco’.
Esta es, según reza este mismo
documento, ‘la causa de una mala distribución y organización de la Orden’.
Estas firmas seguirán
recogiéndose en la puerta de la iglesia de San Francisco durante las mañanas en
los próximos días.
La Orden de Franciscanos Menores
(OFM), lleva presente en Jerez desde hace 750 años. Aunque algunos
historiadores sitúan la entrada de los frailes menores años después de la
entrada del Rey Alfonso X ‘El Sabio’, lo más probable es que los religiosos
hicieran la entrada en Jerez junto con las huestes del rey castellano, pues se
trataba de repartir y repoblar la ciudad una vez conquistada definitivamente la
plaza el 9 de octubre de 1264. Así que lo más seguro fue que junto con las
personas que llegaron para repoblar la ciudad, llegara también el servicio
religioso con el fin de llevar a cabo la evangelización para los que quedaban y
el Servicio Divino a quienes llegaban de otras zonas de España para quedarse
definitivamente en Jerez. Podría decirse, incluso, que podrían haber entrado
frailes que hubieran conocido al mismo fundador, el Santo de Asis, pues sólo
son cuarenta años los que separa la muerte de Francisco con la entrada de los
frailes en Jerez. Sin duda alguna una de las primeras casas fundadas en España.
Junto con los frailes menores
llegaron también la Orden de Predicadores –dominicos- quedándose ambas
comunidades de religiosos extramuros de la ciudad que era donde más necesidades
tanto materiales como espirituales había. Una en la entrada y salida de la
ciudad por la zona norte –en Santo Domingo- y la otra en la zona sur. La
comunidad franciscana que ahora decide dejar la casa que durante siete siglos
han mantenido en nuestra ciudad. Un trozo de nuestra historia se rompe con el
cierre de la Comunidad Franciscana en la zona de Esteve.