La imagen de la Virgen del Rocío
ha llegado a su ermita en la noche de este domingo después de casi 24 horas de
recorrido desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Almonte, donde
ha pasado los últimos nueve meses, en una tradición que se repite cada siete
años.
La imagen ha llegado a las 21:32
y la salida se había realizado a las 21:58 del sábado -la misma que hace siete
años y dos minutos antes que en el regreso de 1999-, cuando los almonteños
cogieron a su patrona sobre los hombros para sacarla de la parroquia de la
Asunción entre repiques de campanas y salvas de trabucos y escopetas. Tras
varias horas de peregrinación por las calles de la localidad para despedirse de
sus vecinos, la imagen, vestida con las galas de Pastora llegó a la plaza del
Chaparral con el amanecer y miles de personas pudieron ver como le tapaban el
rostro con un paño para protegerla del polvo del camino.
Durante todo el día los
almonteños se han ido relevando para llevar las andas de la Reina de las
Marismas y, ya en El Rocío, pasadas las seis de la tarde las camaristas de la
Virgen descubrieron el rostro de la Reina de las Marismas y le quitaron el
guardapolvo que la protegió de la suciedad del camino. Después de ello, tan
sólo restó un corto camino hasta la ermita, a cuyas puertas ha llegado poco
antes de las 21:30 horas, tras pasar por las inmediaciones de hermandades
emblemáticas, como Huelva o Moguer, situadas junto a la ermita. Dentro de una
semana, los almonteños volverán a llevarla sobre sus hombros en la romería que
tendrá su culminación con la procesión por las principales calles de su aldea.